domingo, 30 de marzo de 2008

SER ACTOR ES BUSCAR LA VERDAD




Oliver Gil nació hace 32 en las Palmas de Gran Canarias. Llegó a Jaén hace 6 años y desde entonces no ha parado de interpretar. En la primera obra que participó se metió en la piel de Calígula y se desnudó, lo que dice mucho de su entrega por este arte. Hace tres años entró como integrante en la compañía de Teatro Extremo de Jaén. Ha participado en más de 6 obras diferentes con esta compañía y se deja siempre la piel en el escenario. Es sincero, directo y abierto. Y con él te puedes tirar horas hablando de series o teorías de la conspiración sin darte cuenta de que el tiempo pasa.


¿Por qué interpretar?

Actuar para mí es un veneno. Cuando lo pruebas y te gusta no puedes despegarte. Es una relación amor/odio. Hay veces que te gusta mucho pero dentro del mundo de la interpretación y del teatro, ves también lo negativo, lo solitario.

¿Lo solitario?


No exactamente solitario, pero hay ocasiones en las que actúas para 2 personas. O ves actores muy buenos actuando para poca gente y viajando en una furgoneta cutre. Lo que más me gusta es la capacidad de explorar tus límites que se consigue con la interpretación, en el sentido de saber hasta donde eres capaz de llegar. Arriesgar con tus experiencias y sensaciones. En teatro, pasas de ser una persona que al dar un paso y salir a escena TU ya no existes.

¿Hasta donde has llegado como actor?

A llorar desconsoladamente y sufrir. Un actor es sufrimiento y experimentación. Eso si, a la hora de arriesgar lo haces controlando.

¿Qué te gustaría sentir en el escenario que todavía no hayas sentido?

No creo que pueda decir una sola cosa. Pienso en experimentar y desarrollarme como actor. Lo fundamental es vivir la experiencia y dejarte llevar. No poner límites ni cortapisas. Sentir lo que venga. Lo que quiero sentir está por llegar y lo veré cuando esté sobre el escenario.

¿Qué personajes te gustaría interpretar?

Mi intención es hacer sentir al espectador diciendo lo máximo y haciendo lo mínimo. Me gustan los papeles contenidos donde tienes que expresar sentimientos con pocas palabras.

Me encantaría hacer personajes como un actor que ví hace poco. Interpretaba a Hitler en una función. El tipo lo clavaba. La locura también me encanta en la interpretación y es muy difícil porque puedes pasarte de histriónico o ser demasiado comedido. La que más me interesa es la locura de la persona que está casada y con tres hijos, que un día se despierta y mata a cuarenta personas. Esa locura es la más difícil de interpretar, no la de la planta séptima del hospital.

¿Qué papeles de cine te hubiese gustado interpretar?

Alberto San Juan en “Días de Fútbol”. Porque hacer comedia se considera una interpretación menor, aunque también puede serlo, como en el drama. Hacer reír es muy difícil. Brad Pitt en “Snatch, cerdos y diamantes” me encanta. Edward Norton en “American History X”, Javier Bardem en “Mar Adentro”.

¿Qué es lo más difícil a la hora de prepararte un personaje?

Las 20.000 aristas que puede tener una simple frase. El tono, el acento, la voz, las miradas… En toda esa amalgama, al final, encuentras la verdad. Y parece sencillo cuando ya tienes incorporado el personaje, pero es difícil, sobre todo cuando ese personaje no tiene nada que ver contigo o es mucho más mayor que tu.

¿Cómo sabes, de toda esa amalgama, cual es la elección adecuada?

El director suele tener una idea de lo que quiere. A veces, no hay nada y sale algo espontáneo. Entonces se incorpora.

¿El director te suele decir exactamente todo lo que tienes que hacer o le ofreces varios registros?

Parte y parte, pero suele ser el director el que te dice el tipo de personaje y cómo lo quiere. Yo prefiero que el director me diga lo que quiere y luego ofrecerle registros. Que el director me vaya moldeando.

Siempre me gusta hacer esta pregunta. ¿Qué proyectos tienes?

Mi futuro pasa por el Teatro Extremo, desarrollarnos como compañía. Ahora estamos actuando en circuitos andaluces, nacionales y, como no, en Jaén. Una vez estuvimos en Argentina y también hay proyectos en marcha por Valencia y Santander.

El jueves que viene, 4 de Abril, estrenamos la última obra, que es una comedia escrita por Gustavo Ott titulada “Apostando a Elisa”. Y un cortometraje contigo como director que está teniendo dificultades técnicas.

¿Qué sueños tienes como actor?

Los actores buenos no son los que más salen ni los que más trabajan. Son los que están cerca del público. Y le dan muchas vueltas a algunos que están en cine o televisión. Partiendo de esta base, el futuro se presenta difícil, no es un campo abierto. Esto no es Hollywood. Se forma un cuello de botella en Madrid. Muchas comunidades autónomas tienen ahora sus propios circuitos y eso abre un poco ese cuello.

Soñando… me gusta más el teatro que cualquier otra cosa. En España no existe el actor de teatro como en Inglaterra o EEUU. Aunque, por soñar, me gustaría vivir de esto.

Cuando pasas semanas y semanas de ensayos y preparación, y lo vives, nunca se me pasa por la cabeza que quiero dedicarme a esto por ser famoso, me parece absurdo. Ser actor, para mí, es buscar la verdad. Cuando haces eso estás pendiente de eso, no de la fama.

¿Eres optimista respecto al futuro?


Soy realista, ni optimista, ni pesimista. Hay cosas buenas y cosas malas.






1 comentario:

Unknown dijo...

Efectivamente, dan ganas de hablar con este hombre, conectando con la verdad cuando se olvida de sí mismo...un hombre desnudo que se calza la vida por personaje. Estas almas alivian.
Iré a ver esa obra.